María de Los Ángeles Rodríguez Escobar
Todo lo digital está avanzando en el mundo a velocidades vertiginosas, cambiando la sociedad y la forma de vivir. La religión también se está adaptando a los nuevos medios, y según un estudio realizado por Sarah Wilkins-Laflamme: «Sabemos que cada vez más personas recurren a los medios digitales para la espiritualidad, como los grupos de chat con pastores, los sermones en línea y el contenido religioso en las redes sociales».
Afirma Wilkins-Laflamme. «Hemos comprobado que, aunque la religión digital no está atrayendo necesariamente a muchos nuevos millennials a participar, sí está enriqueciendo la experiencia de los que ya participan».
La religión digital no sustituye, sino que complementa la experiencia religiosa de los jóvenes a través de redes sociales como Instagram, Twitter o Tiktok.
Y es que las redes sociales son una herramienta más para el conocimiento de Dios. Existen cuentas de Instagram cuyo contenido es religioso y adaptado a los jóvenes, para así poder acceder a ellos a través de los medios donde se mueven con mayor soltura. Cuentas como @catolicos_es generan contenido relacionado con Dios y los jóvenes, acercándoles más a Él.
En la religión también hay influencers, y el más claro ejemplo de esto es @jfolchh, que a través de sus posts e historias de Instagram ha hecho que numerosos jóvenes se suban al barco de Dios y sigan afianzando su fe. Además, Joan Folch, gracias a su influencia, ha creado una asociación en contra del aborto, «MásVida», que cuenta con más de once mil seguidores en esta red social.
Tiktok y todas estas redes están revolucionando a los más jóvenes. Su incomprensible algoritmo y su rapidez a la hora de viralizar el contenido hacen de esta red social una herramienta muy útil para evangelizar.
Si algo caracteriza la espiritualidad cristiana, es la esperanza
(Inés Fernández)