Mónica Domingo Martínez
Después del paréntesis en las entrevistas a los delegados y delegadas, tras el nombramiento del Rector Mayor como Cardenal, continuamos conociendo un poco más a Josefa Zaballos Crespo, delegada provincial de San Juan Bosco.
¡Hola Josefa!: ¿puedes presentarte para que te podamos conocer un poquito más? ¿Nos puedas dar unas pinceladas de tu vida?
Nací en Béjar, Salamanca. Mi recuerdo: experiencias positivas sintiéndome envuelta por el amor de mis padres y mis dos hermanos, educados en colegios salesianos.
El ambiente familiar era entrañable. El punto de encuentro, la “camilla” primer símbolo de fe, diálogo, repasar lecciones, hacer los “deberes”, soñar mejoras y compartir dificultades, aprender lo que significa ser madre, hija, hermana e intuir complicidades entre mis padres para educarnos a la par.
Recibí el cariño de las hermanas de mi colegio entregadas a las niñas, jóvenes, su disponibilidad, su arduo empeño y competencia en “enseñarnos”, sus largos ratos de frío en los inviernos en el patio, jugando, acompañando, ensayando teatros para representar en el oratorio. Recordar mi infancia y juventud es evocar profunda y sincera gratitud.
He trabajado en Madreselva en proyectos, viajes a países de América Latina, familias y niños en situaciones vulnerables. He impartido docencia en el Centro Universitario Don Bosco. La capilla y las clases son para mí un referente. Me tuvo siempre en alerta para estar al día y llegar con responsabilidad profesional, a los universitarios que se preparaban para ser maestros desde el conocimiento de la pedagogía de Don Bosco, el Sistema Preventivo y la vivencia del espíritu de familia con el lenguaje del corazón. Dejó huella en mí, vi reflejada la impronta de nuestro carisma expandido hoy por la geografía española.
Otro momento importante en mi vida: el tiempo compartido con mis hermanas mayores enfermas en la Residencia Sta. Teresa. Toda una lección de vida.
¿Desde cuándo eres delegada provincial? ¿Qué supuso para ti?
Soy delegada provincial desde septiembre de 2020. Supuso retomar el contacto directo con la FASA. Hace años, había sido encargada de FASA desde el Consejo inspectorial. Fue reencontrarme con rostros conocidos y queridos; salir de nuevo al encuentro de personas, entrar e interesarme por sus vidas, su historia.
La Carta de Identidad afirma que nuestra espiritualidad es vivencia de lo concreto y lo cotidiano, de la realidad secular y las actividades diarias, “sencilla, esencial, popular porque está abierta a todos simpática porque está cargada de valores humanos y por eso está dotada para la acción educativa”. (Artículo 27).
Ha sido un regalo que se me ha hecho. Lo pongo en manos de Dios para que El haga más que yo.
Tu misión entre los SSCC ¿repercute de alguna manera, tiene alguna incidencia en tu comunidad? ¿Compartes con ella tu misión con los SSCC?
Mi misión como FMA “es la entrega total de nosotras mismas al Padre”.
El proyecto de nuestra comunidad nos impulsa a ir al encuentro de niños y jóvenes, y en este caso como enviada, compartimos y rezamos, en actitud de fe y agradecimiento a Dios para ser signo y expresión de su amor preventivo en la realidad concreta que cada hermana vive. Compartimos en comunidad experiencias, encuentros, retiros, celebraciones. Impulsamos juntas la misión, comunicación, información, oración…
¿Existe alguna relación entre tu “ser consagrada” en la Iglesia, en la FASA y ser delegada de los SSCC de tu provincia?
Una relación total entre mi “ser consagrada” en la Iglesia, en la FASA y ser delegada de los SSCC. No hay dicotomía. Es cuestión de confianza en Dios, en su proyecto de amor en la Iglesia. Don Bosco y Madre Mazzarello tratando de responder a las aspiraciones profundas particularmente los más pobres, de insertarme en la situación histórica y asumir la invitación como delegada provincial a una misión.
De nuevo desde la Carta de Identidad veo reflejada la esencia de nuestro ser y la impronta y fundamento de nuestro actuar como colaboradores suyos en la misión de la iglesia desde mi provincia.
¿Qué aspectos positivos destacarías de la provincia desde tu perspectiva como delegada? ¿Qué debilidades observas?
Tenemos una provincia con mucha actividad pastoral en parroquias, catequesis, grupos de fe, banco de alimentos… La vida en los distintos centros de la provincia, el impulso espiritual y apostólico que se vive en cada centro, la implicación en los proyectos sociales y la preocupación por los asociados, en este momento también la preocupación por los alejados, quizás por la edad avanzada de algunos. Compartimos el diálogo, la comprensión, la confianza, la riqueza de la diversidad, la comunión.
Debilidades:
- Favorecer el apoyar la comunicación con la lectura del Boletín provincial e implicarnos más en las redes sociales.
- Cuidar más la implicación y participación en asambleas, retiros, ejercicios espirituales, formación. La participación está decayendo un poco.
Y para acabar: ¿qué mensaje quieres transmitir a nuestra asociación, mirando un poco más allá de la provincia?
- Hacer que el motor de nuestra vocación sea la unión con Dios, la oración, la fraternidad, alegre, creativa, confiada.
- Establecer sinergias que unan a los centros con encuentros, momentos celebrativos.
- Incluir momentos formativos fuertes que alienten nuestra vocación.
- Fomentar la sensibilidad al acompañamiento, a la marginación juvenil.
- Concienciar a los Centros a vivir abiertos a la contemplación de lo Creado, de manera que el cuidado de la casa común se entienda y se cuide desde la formación.
- Seguir contando con María como primera cooperadora. Cultivar la pasión para ser testimonios vivos de fe, carisma y misión.Que Ella nos ayude a favorecer la comunión y la armonía, a orientar la mirada de todos soñando ser y estar en medio de ellos.
Muchas gracias, Josefa.
Aquí todos somos de Don Bosco. Nada es nuestro, todo es suyo
(Carlos Gastini)
Carlos Gastini es para nosotros un ejemplo de cómo seguir a Don Bosco
(Michal Hort)