Inmaculada Garzón Arboledas

Este mes nos ponemos en contacto con Laura Aranda Ramírez, salesiana cooperadora del Centro local de Córdoba San Francisco de Sales con 44 años de promesa.

¿Qué podemos en un primer momento saber de ti? (ciudad de nacimiento, familia, estudios, datos personales que te parezcan interesantes de contar…)
Quiero comenzar invocando al Espíritu Santo para que este testimonio sea fruto del Amor a Dios Trinitario, María Auxiliadora, don Bosco y María Mazzarello. Doy Gracias al Señor por haber tenido un gran esposo, Isidoro y a toda mi familia por su acompañamiento y cariño. Igualmente a los SDB, FMA y a mis hermanos SSCC por su animación, ayuda y cariño y poder compartir esta vocación a la que fui llamada por el Espíritu.

Nací en Córdoba el diez de febrero de mil novecientos treinta y seis donde resido, viuda desde hace veinte años, con seis hijos y nueve nietos. Estudié Magisterio y desempeñé mi labor educativa en pueblos y en Córdoba capital.

¿Desde cuándo eres salesiana cooperadora y por qué?
En primer lugar quiero agradecer a mis padres que me llevaron a recibir el sacramento del Bautismo, viví un ambiente familiar cristiano, pertenecí desde pequeña a los grupos de Acción Católica y desde mi adolescencia tuve un Director Espiritual que también me ayudó a ir viviendo mi fe dentro de la Iglesia y para la Iglesia. Me eduqué con una gran devoción al Santísimo Sacramento y a la Virgen Milagrosa. Todo esto me ayudó para que cuando conocí a mi futuro esposo Isidoro, formásemos una familia eclesial y mariana. Isidoro antiguo alumno salesiano muy conocedor del carisma de don Bosco y con mucho amor a María Auxiliadora.

Al tener a nuestros hijos en el colegio junto con otros padres comenzamos a formar un grupo de Hogares Don Bosco. De estos matrimonios nos convocó don Miguel Aragón, SDB delegado de FASA para la Inspectoría de Santo Domingo Savio con sede en Córdoba y de la Inspectoría María Auxiliadora con sede en Sevilla, para presentarnos la vocación de salesiano cooperador. En año 1971 estaba recién terminado el XX Capítulo General Especial Salesiano que aprobó el documento “Los Salesianos de don Bosco en la Iglesia” que trató ampliamente sobre la Familia Salesiana y de modo particular de los Salesianos Cooperadores. Siendo director del colegio don Narciso Núñez y Padre Inspector don Antonio Calero, comenzamos nuestra formación salesiana y carismática, cuatro matrimonios y un joven: Maruja y Adolfo; Manuel y Vicen; Rosa M. y Paco; Isidoro y Laura; Florencio. Hicimos la promesa el 19 de abril de 1975. Fuimos el primer grupo de SSCC de nuestra Inspectoría. En el año 1973 en una Asamblea de Familia Salesiana, hace la promesa el primer cooperador de nuestra provincia Juan José García, de Pozoblanco. También se integró en el grupo Lourdes López, SC llegada de Madrid de trabajar en Misiones. Quiero recordar la cita Evangélica del primer capítulo del PVA “No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quién os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca” (Jn 15,16).

¿Qué alegrías te ha proporcionado tu vocación salesiana?
Comenzamos prestando el servicio en la Comisión Nacional de SSCC. Siendo don Luis Ricceri Rector Mayor de los salesianos, en el 1976 participamos todo este grupo en el Congreso Mundial de SSCC en Roma. Isidoro desarrolló una ponencia. Nuestra asistencia nos hizo crecer en pertenencia a nuestra Asociación viviendo la universalidad de lo SSCC.

Durante un tiempo fue elegido Isidoro, para formar parte de la Consulta mundial, tuve la posibilidad de acompañarlo en alguna ocasión a Roma, con motivo de la revisión del Reglamento de SSCC. Recuerdo la celebración de un Domingo de Resurrección siendo don Viganó Rector Mayor, compartimos con el Consejo General la comida después de haber participado en la Plaza de San Pedro en la Eucaristía presidida por el Papa Juan Pablo II, celebrándose el II Encuentro Mundial de Jóvenes en 1985, inicio de las JMJ. Después de haber participado en el Congreso Mundial de SSCC viajamos acompañando a don Miguel Aragón SDB, a Casas Salesianas de SDB y de FMA a compartir vivencias y presentar la vocación del SC. Prestando servicio de responsables del Movimiento HDB, nos hicimos presentes en el Congreso Internacional de SSCC en Bolonia para presentar este Movimiento Familiar. Dos momentos muy significativos y de profunda alegría y cariño salesiano en mi vocación las renovaciones de mi promesa. La primera vez fue a los 25 años, ya no me acompañaba mi marido Isidoro, y en 2015 el año del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco celebramos los 40 años, faltaba Manolo Verdejo. El día 16 de junio, festividad de la Santísima Trinidad, de nuevo con un grupo de hermanos la renovamos, gracias al trabajo y animación del Consejo local y de su Coordinador Salva Ponce.

¿Qué crees que necesitan hoy en día los jóvenes de nosotros?
Que nos vean ilusionados y dando testimonio de lo que don Bosco quiso que fuésemos. Una comunidad fraterna, en oración, con alegría y viviendo el carisma con los jóvenes más necesitados de todo. Haciendo ver que la edad no es un obstáculo para formar comunidad. Sintiéndonos responsable de nuestra vocación y con un sentido grande de pertenencia y comunión

¿Qué es lo que más te gusta de la Asociación? ¿Hacia dónde crees que debería crecer?
Mi identidad y pertenencia se acrecienta, cuando participo en las reuniones locales de formación, en Encuentros de Zona, en Asambleas Locales y Provinciales, Ejercicios Espirituales, Celebraciones de Tiempos Litúrgicos. Si asisten jóvenes cooperadores y aspirantes me enriquece escucharlos, ellos agradecen haber participado en las reuniones y a mí me alegra haber participado con ellos.

Nuestra vocación eclesial y carismática nos tiene que llevar a atraer a los alejados que habiendo hecho la promesa sigan dando signo de pertenencia, comunión y responsabilidad. Vivir la espiritualidad en el grupo y el carisma para formarte y sentirte enviado a una misión de compromiso apostólico.

¿Desarrollas alguna pastoral, tienes algún proyecto en el horizonte?
A mi edad sigo dando gracias a Dios Trinitario y Misericordioso y a nuestra Madre Auxiliadora. Mi actividad pastoral no tiene un desarrollo concreto. Mi relación con los movimientos de Familia Salesiana es muy amplia, sigo perteneciendo a HDB, presté servicio de presidenta inspectorial de ADMA, acudo a todos los actos que se programan. Unida eclesialmente a mi Parroquia también colaboro.

La oración es muy importante. Cuidar nuestra formación humana, cristiana y salesiana, estando al día en el Magisterio de la Iglesia y todos los documentos Salesianos, Aguinaldo del Rector Mayor, etc. Participar en aquellos encuentros a los que se nos convoca, vivir el carisma de don Bosco “Da mihi animas caetera tolle“, especialmente con los jóvenes y aquellos más necesitados. Encontrarnos con el Santísimo Sacramento, vivir la Eucaristía, la Comunión de los Santos, Liturgia de las Horas, rezo del Rosario, Ángelus y crecer en el marco de nuestro PVA. Participaré con motivo del 150º aniversario de ADMA en le Peregrinación a los Santos lugares Salesianos. Mis últimas palabras de agradecimiento al Consejo Local, Provincial, Regional y Mundial, por su servicio de animación y compromiso de fidelidad.

A través de las obras de caridad mostramos nuestra fe
(Mensaje del Santo Padre para la jornada mundial del migrante y del refugiado)

Abrirse a los demás no empobrece,
sino que más bien enriquece, porque ayuda a ser más humano
(Mensaje del Santo Padre para la jornada mundial del migrante y del refugiado)