Blas Calejero

Transcribimos el artículo publicado en las páginas 8 y 9 del boletín número 178-179 de enero y febrero de 1978 sobre Cooperación Salesiana y Tercer Mundo

El Delegado Nacional escribe a todos los Centros de Cooperadores de España proponiéndoles una campaña para esta Cuaresma en favor del Tercer Mundo. La incluimos aquí para que todos se sientan responsables. Nos decía el Papa con motivo del DOMUND que tenemos que ser solidarios con los que trabajan en el Tercer Mundo: ellos nos piden “oración y pan”

Muy queridos amigos:

Os escribo esta carta para comprometeros en una campaña de Cuaresma a favor de nuestra obra «Cooperación Salesiana y Tercer Mundo». Yo, que sé de vuestro interés por esta actividad y de vuestro compromiso cristiano en favor de los pobres, sé también que vais a acoger esta campaña con la misma ilusión que os la propongo.

Ya sabéis que Cooperación Salesiana y Tercer Mundo es una actividad de los Cooperadores de España en favor de Centros sociales y misioneros Salesianos que trabajan en naciones subdesarrolladas. Los resultados de esta actividad van creciendo más y más cada año. Concretamente con el trabajo de los Cooperadores en el ejercicio pasado logramos enviar la cantidad de seis millones de pesetas, como podéis comprobar en el Boletín de Cooperadores de Septiembre. Cantidad importante, aunque siempre se quede pequeña para las necesidades inmensas que padecen nuestros hermanos del Tercer Mundo. La causa principal de este crecimiento ha consistido en entablar conocimientos con miles de personas, con las que se mantiene después una comunicación periódica a lo largo del año.

Esta campaña de Cuaresma que os propongo hoy, consiste precisamente en que nos pongáis en conocimiento con personas que pueden prestar una ayuda, grande o pequeña, para nuestra obra. Tenemos que ser capaces de encontrar entre toda España quinientas nuevas direcciones de personas que puedan sentir la necesidad de ayudar a los necesitados del tercer mundo.

Al mismo tiempo, esto os tiene que dar ocasión para hacer el bien a dichas personas, sensibilizándolas en la necesidad de ser solidarios con los pobres y de sentir la obligación de una comunicación cristiana de sus propios bienes con otros hombres, infinitamente necesitados de nuestra propia ayuda. Hay que presentar, por tanto, con sentido cristiano nuestra propaganda: es tanto la limosna que se puede obtener, como buscar y encontrar personas, a las que podamos inculcar el espíritu de solidaridad con los pobres que dimana del Evangelio.

El espíritu de Cuaresma, espíritu de conversión, de penitencia, de caridad, puede ser una motivación eficaz para este trabajo de sensibilización a favor del Tercer Mundo. Obtendremos de esta manera el doble de nuestra obra: ayudar tanto a los pobres y necesitados como a los que prestan su ayuda generosa.

Precisamente porque nos queremos apoyar en este espíritu de Cuaresma nuestra campaña va a tener unos límites: desde el día 12 de febrero al 26 de marzo.

Para obtener el resultado positivo de nuestra campaña os enviamos propaganda. Leyéndola, podéis tener conocimiento de causa para realizar este trabajo de sensibilización cristiana de las mismas personas. Este boleto rellenado es el que después nos tenéis que enviar a nuestra dirección (Cooperación Salesiana y Tercer Mundo. Alcalá, 164. Madrid-28), para hacer llegar posteriormente a dichas personas nuestras comunicaciones periódicas.

Una cosa es importante recalcar: vuestra colaboración, aunque a vosotros os parezca muy pequeña, es sin embargo muy importante porque se suma a la de todos los demás. Todos unidos somos capaces de realizar cosas maravillosas. A nosotros nos parece que hacemos poco, pero desde la pobreza las cosas se ven de una manera totalmente distinta.  Por eso nos escribía un salesiano de la India el año pasado: “Gracias por tu ayuda. Agradéceselo de nuestra parte a todos. Tal vez ni ellos mismos se den cuenta de lo que nos han hecho y de las dificultades de que nos han sacado… pero el Señor se lo recordará a su debido tiempo”. Esta es la realidad, desde el niño que nos envía 25 pesetas, hasta personas que aportan cantidades importantes, pasando por otras que dan la limosna de la viuda; viejecitas, pensionistas que cooperan con lo que pueden, entre todos estamos haciendo el bien a muchos miles de personas en la India, en Haití, en Paraguay, en Brasil y en otros sitios. Os quiero asegurar con esto que vuestra obra es importante, aunque en si misma sea limitada.

Espero que nuestra campaña sea un éxito para bien de nuestros amigos del Tercer Mundo y de los mismos que colaboran con su aportación generosa y evangélica. En nombre de todos ellos y en el mío propio os doy las gracias.

Os encomiendo a todos en la Santa Misa y pido por vosotros, por vuestras intenciones y por vuestras familias.

No se trata solo de migrantes: se trata de poner a los últimos en primer lugar
(Mensaje del Santo Padre para la jornada mundial del migrante y del refugiado)