Antonio de la Flor Barbadilla y Teresa López Quirós

Hola Familia:

¿Cómo estáis? Deseo que cuando leáis este artículo, os encontréis bien. Teníamos el compromiso de dar a conocer el nuevo ideario de HDB. La situación que vivimos nos hace retrasar esta encomienda y animaros a reflexionar el cómo estar en los momentos que vivimos. Una pequeña aportación que nos ayude a ver las cosas desde un plano optimista sin perder el acontecimiento importante que nos rodea.

Confinados, encerrados y presos. Una situación que muchos no hemos vivido nunca. Debemos de sacar de esta experiencia un optimismo moderado.

Echar la vista atrás es un ejercicio práctico y de interiorización. Nadie es más responsable por estar en un sitio u otro. Somos parte de una sociedad, integrantes de núcleos que se expanden por el planeta, por tanto, responsables del deterioro de un estilo de vida más coherente y razonable, todos.

El momento nos es de señalar con el dedo, no, es el de ser proactivos, de ver la situación como una oportunidad y la Sociedad, cada uno de nosotros, debe arrimar el hombro.

La familia: un bien deteriorado. Las estadísticas lo confirman. ¡Qué oportunidad tenemos! Para los que tienen la suerte de tener abuelos e hijos en casa, los ratos de conversación y de escucharnos unos a los otros, superan las ocasiones que antes quizás no se han aprovechado. Quienes estén en otro estado, hijos fuera de casa, nueras y yernos, nietas y nietos, la ocasión perfecta nos la ofrecen aplicaciones para conectarse y vernos en directo. Hablar, jugar, contarnos anécdotas. Implementar hábitos, costumbres, situaciones no aprovechadas, es nuestra gran oportunidad.

Nuestra fe tiene también un momento histórico: Iglesia doméstica. Ocasión perfecta para hacerla realidad. Seamos ingeniosos, proactivos. Las situaciones de conflictos o de dificultad, son verdaderas oportunidades de volver a reescribir y hacer la realidad de otra forma, es como tener una segunda oportunidad. Rezar, participar en una eucaristía retransmitida por los distintos medios de comunicación o redes sociales. Aplicaciones en nuestro teléfonos móviles que nos ofrecen momentos para interiorizar la palabra de Dios, compartiendo esta experiencia con nuestros seres queridos. No nos podemos olvidar que también aquí podemos evangelizar a personas de nuestro entorno, grupos creados de whatsApp de vecinos… No nos dé miedo y compartamos nuestra fe.

Compartamos nuestras iniciativas también. Ayudemos a nuestros padres, abuelos a conocer las nuevas tecnologías. Tenemos tiempo.

Mayo, mes de María Auxiliadora. Familias con hijos pequeños: elaborad con cartulinas, hojas recicladas, lápices de colores, etc. Decoremos nuestra casa, hagámosla lucir de otra manera, con alegría, con colores vivos. Esto ayudará a ver el momento actual de otra manera.

Y de todo lo expuesto arriba, muy bonito, ideal, pero, cada miembro, cada familia, vecindario, pueblo, ciudad, tiene la ocasión perfecta para hacer de nuestro planeta tierra un lugar mejor del que hasta ahora era. Las palabras se las lleva el viento, así que tu eres importante para hacer de este momento cambiar las cosas, nadie es imprescindible pero si necesaria. Aprovechemos esta oportunidad. Tere y yo vamos a intentarlo y ¿tú?

Familia, hasta el próximo mes. María Auxiliadora os cuide, de ánimo y fuerza. Quedémonos en casa.

En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros,
hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo
(Momento extraordinario de oración en tiempos de epidemia, Papa Francisco)