Boletín 345, junio 1993

Transcribimos parte del artículo publicado en el boletín número 345 de junio de 1993 en las páginas 54-55 de dicho boletín como previo y motivación a la celebración de los Congresos provinciales y el Congreso regional.

Los Congresos Inspectoriales

Tras la convocatoria de los Congresos Regionales por el Rector Mayor y la Consulta Mundial, los Cooperadores Salesianos de todo el mundo han sido invitados a evaluar su vida y acción, y están cele-brando sus respectivos Congresos Inspectoriales, los primeros desde la promulgación del “Reglamento de Vida Apostólica” (1986). Estos Congresos, previos a los Regionales (en nuestro caso al Congreso Ibérico), van a permitir a los Cooperadores conocer hasta qué punto han asumido ese “Reglamento de Vida Apostólica” (que es a la vez, ideario, norma y proyecto de vida), y cuáles son los retos con que, ante su propio desarrollo, la Asociación se enfrenta en la sociedad actual y en la Iglesia del postconcilio. De ellos saldrán también las líneas de futuro que, para ser fieles a su identidad y misión, adoptarán para el próximo sexenio.

“Cooperadores Salesianos”
La Asociación de Cooperadores en el mundo cuenta, en estos momentos, con unos 30.000 miembros y con otros 10.000 en fase de preparación inmediata, según se desprende del censo realizado en 1.993. Estos datos suponen un vasto panorama de presencias y acciones pastorales, una gran riqueza vocacional, pero también, una gran responsabilidad, en todos ellos, por ser fieles a su carisma vocacional y la justa preocupación por su sentido de pertenencia. Y así se lo han planteado, con rigor y entusiasmo.
Tal como lo define el art. 3 de su reglamento, “el Cooperador Salesiano es un católico que, dentro de su realidad secular, vive su fe inspirándose en el proyecto apostólico de Don Bosco, por eso:

  • Se compromete en su misma misión juvenil y popular,
  • De forma fraterna y asociada;
  • Siente vivamente la comunión con los demás miembros de la Familia Salesiana;
  • Trabaja por el bien de la Iglesia y de la sociedad;
  • De modo Adecuado a su situación y a sus posibilidades concretas”.

La Asociación de Cooperadores Salesianos, reconocida hoy como “asociación pública de fieles en la Iglesia”, es una de las tres primeras ramas de la Familia Salesiana fundadas por el propio San Juan Bosco (1876). Extendida por todos los continentes, integra a hombres y mujeres de todo tipo y condición, que han sentido la llamada del Señor a vivir el Evangelio en medio del mundo, según el espíritu y el estilo salesianos. Por eso Don Bosco los pensó y llamó “salesianos externos”…

Puntos clave en su vida y misión
Los aspectos a los que se está prestando mayor atención son: la formación, la espiritualidad, el compromiso en la vida de las Iglesias locales y en lo sociopolítico, campo tan decisivo siempre para la juventud y los ambientes populares, destinatarios preferentes de la misión de los Cooperadores.
Además, entre los Cooperadores, hoy se puede destacar ya ciertos elementos que indican un crecimiento en profundidad.

Nuestros santos son ciertamente los testigos más cualificados de nuestra espiritualidad,
porque han vivido y lo han vivdo heróicamente
(Pascual Chavez, Rector Mayor emérito)