Raúl Fernández Abad

En el artículo de diciembre comentábamos sobre la preparación del Congreso regional a través del repaso de los objetivos que nos habíamos marcado en el III Congreso regional y del trabajo que se ha propuesto desde la Comisión preparatoria del mismo.

Estamos en la primera fase del trabajo y acabamos de celebrar, a la hora de escribir este artículo, la primera sesión online abierta a todos los salesianos cooperadores de la Región.

Una reunión fructífera donde los hermanos participantes dejaron sus sensaciones y sus reflexiones personales.

Ya en el mes de septiembre dimos en esta sección unas pinceladas sobre los Congresos tantos en el ámbito regional como en el ámbito provincial. Hablando con un grupo de salesianos cooperadores salió el ENTRE TODOS tema de los Congresos provinciales y su celebración. En esa conversación pregunté: ¿Cuántos Congresos provinciales se van a celebrar este año? Y añadí al final de la pregunta la interrogación: ¿Por qué?.

No era una pregunta al aire sino una pregunta que contenía la intención de reflexionar la respuesta.

Esta pequeña encuesta me ayudó a reflexionar si hemos interiorizado lo que significa un Congreso provincial. Hubo dos respuestas que os dejo para que las reflexionéis vosotros lo primero:

  1. Siete, porque el Congreso provincial se debe hacer antes del regional y trabajar el mismo tema.
  2. Cuatro, porque son las provincias que tienen renovación de coordinadores y de Consejo.

¿Cuál sería vuestra respuesta? Antes de seguir leyendo el artículo reflexionad y contestad esta pregunta no solo en el número sino también el motivo.

La mía siete Congresos provinciales en nuestra región. Y todos los años debería haber siete.

Os animo a la lectura pausada del artículo 28 de nuestro PVA/R. En él se nos indica que, de ordinario, se convoca por el coordinador provincial cada año. Lo interesante viene en el final de ese párrafo cuando indica «para la programación y la revisión».

Es decir, tenemos que tener, en nuestra Provincia todos los años, un Congreso donde verifiquemos lo que nos hemos propuesto hacer entre todos juntos y programemos juntos.

Esto no quiere decir que no hagamos los planes trienales como están haciendo una gran parte de las Provincias en la actualidad, sino que revisemos nuestro planes todos los años.

El revisar todos los años nos ayuda a ser más operativos y poder reaccionar antes ante las necesidades que pueda tener la Asociación o ante los retos que nos demanda la Sociedad.

Es importante que valoremos este nuevo significado del Congreso provincial como lugar donde confrontamos lo que, entre todos, nos hemos propuesto y donde nos marcamos el camino que queremos seguir.

Es importante que sintamos estos Congresos como propios donde cada centro puede aportar su granito de arena, donde podemos poner en común las experiencias de cada uno de nosotros. Debemos cuidar en estos Congresos no solo su celebración sino que se pueda oir la voz de los Centros locales, verdaderos motores de la realidad asociativa de los Salesianjos Cooperadores (cf. artículo 36 PVA/E).

Feliz año y feliz mes de Don Bosco.

Tengo prometido a Dios que incluso mi último aliento será para mis queridos jóvenes
(Don Bosco, MBe XVIII, 229)