Carmen Benaiges
Delegada del Tercer Mundo. Consejo Inspectorial de CCSS

Transcribimos parte del artículo publicado en la página 5 del boletín número 144 de enero de 1975 bajo el título: «Tres realidades en Barcelona» en la sección Marcha de la Asociación

1ª. Cooperación Salesiana y Tercer Mundo: Desarrollo de la Campaña
Ante todo, una reflexión. ¿Nos preocupa realmente el hambre, la ignorancia del Evangelio, la miseria moral y material en que viven muchos y muchos de nuestros hermanos? Y todas estas calamidades tienen lugar al amparo de una cultura y civilización que se llaman cristianas.

Nuestra campaña “Cooperación Salesiana y Tercer Mundo”, tiende a aliviar, en la medida de lo posible, algunos de estos males, ayudando a nuestros hermanos misioneros que sobre el terreno trabajan incansablemente. Ellos evangelizando y promocionando, porque al mismo tiempo que les llevan el pan de la verdad, les enseñan a ganar el pan material. Como ejemplo vivo de esta afirmación queremos hablar este mes de uno de los cinco objetivos de la Campaña de este curso, la obra social del P. Bohnen con los negros de Haití (Puerto Príncipe), obra que venimos apoyando con todas nuestras fuerzas desde que se inició la Campaña hace tres años. Se trata de una de las misiones más pobres de América. En los suburbios de la ciudad de Puerto Príncipe, pululan los chiquillos sin escuela y con hambre. Un salesiano holandés, el P. Lorenzo Bohnen, Jefe de Estudios de las Escuelas profesionales salesianas, decidió consagrar sus ratos libres a esos niños abandonados. Comprendió inmediatamente que lo primordial era darles de comer y alfabetizarlos. Pronto se vio rodeado de dos mil niños. A pesar de no contar con medio alguno él no se asustó. Empezó a predicar en EE.UU. y la recaudación sirvió para pagar a algunas personas que hicieran de maestros (apenas conocían las cuatro reglas) y dar un plato de arroz con alubias a sus muchachos.

La obra se sostiene principalmente con la ayuda de los católicos de EE.UU., pero necesita de todos. Por eso nosotros, en el deseo de trabajar por el Reino de Dios y por el bien de nuestros hermanos, lo hemos tomado también como uno de nuestros objetivos.Hasta la fecha hemos logrado apadrinar en nuestra Inspectoría de Barcelona 74 niños. Se trata de una pequeña beca de ayuda: ¡10 pesetas! Diarias, 3.600 al año. Con ello les pueden dar un plato de comida, algo de enseñanza.

Es grandemente consolador la forma en que han sido acogidas las fotografías de estos pequeños negritos de Haití en tantas familias de Barcelona: Han entrado en ellas como un miembro más, un hermanito que tienen muy lejos, pero que llevan en el corazón. Ayudadnos, pues, a divulgar esta obra. Son muchos los niños que necesitan nuestra ayuda, que esperan este consuelo. Colaborar a esta obra puede ser una forma estupenda de vivir la Navidad, que no es en el fondo otra cosa que llevar amor y salvación al hombre necesitado. Transcribimos a continuación la relación de los donativos recibidos en el Consejo Inspectorial en la Campaña de este curso, hasta la fecha. En el curso pasado llegamos al medio millón de pesetas.


Total donativos recibidos: 133.938 pesetas
Total donativos enviados: 110.000 pesetas
Remanente en efectivo: 23.938 pesetas

De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu noviazgo,
cuando tú me seguías por el desierto
(Profecía de Jeremías, 2, 2)