“Laico: no entierres tus talentos”

¿Cómo describir la primera jornada de trabajo de este V Congreso Mundial de la Asociación? Desafiante, apasionada pero, sobre todo, alegre. Con ese tipo de alegría que te inunda el corazón y te llena todo el cuerpo.

Empezábamos la mañana de la mano de Don Giuseppe Casti dando las gracias a Dios en la eucaristía en una bella iglesia circular. Desde ese momento nos empezábamos a dar cuenta de que todo el Congreso íbamos a estar acompañados de dos elementos: un grupo musical que nos permite alzar nuestras voces hasta Dios, La pata de Josué, y el manto acogedor y protector de la Virgen auxiliadora.

Durante la mañana participamos de la sesión de apertura en un impresionante salón de actos guiados de la mano de Roberto Lorenzinni, antiguo Coordinador Mundial, que con su mirada abierta y su estilo desenfadado nos está guiando durante todos los tiempos que se desarrollan en el teatro. Mención aparte merece la presencia de nuestros dos abanderados Paco, coordinador de la provincia de San José, y Zezinha, coordinadora de la provincia de Santo Antonio, los cuales presentaron las banderas de España y de Portugal junto a la de los otros 60 países representados en este Congreso.

La mañana se desarrolló muy bien hasta el punto de que pudimos tener un momento distendido en el que los 26 representantes de la Región Ibérica pudimos presentarnos entre nosotros a ritmo de bulerías.

Ya desde que llegamos anoche las redes sociales en las que estamos metidos echaban humo de tantas fotos subidas y de tantos buenos mensajes recibidos a lo largo y ancho de toda la red. Hemos ido conociendo a personas de muchas regiones, desde los mejicanos de la Región Interamericana hasta las libanesas de la región Italia, Medio Oriente y Malta, pasando por los coreanos de la región de Asia este y Oceanía.

El plato fuerte de hoy vino tras la comida compartida: Cuatro de los consejeros mundiales nos presentaron los desafíos que el consejo mundial ve más urgentes para cada uno de los 5 continentes y que experiencias nos planteaban como respuesta concreta a estos retos.

Este momento tan intenso se vio interrumpido por la entrada, esperada, del Rector mayor, lo cual trastocó un poco lo planeado.

Pero como los cooperadores sabemos que no debemos esclavizarnos a los programas y que las estructuras deben estar al servicio de las personas, gracias a Sor Leslie Sandigo, delegada mundial de las FMA para los Cooperadores, supimos reconducir este tiempo para poder aprovecharlo y tener un tiempo de trabajo en grupos por continentes para reflexionar lo que habíamos oído.

Don Angel nos dirigió algunas palabras certeras a los congresistas partiendo del espíritu de lo que acaba de vivir en el Sínodo de los Obispos sobre los jovenes y proyectándolos hacia el capítulo general que celebrarán los SDB.

Nos dejó un bonito mensaje que caló muy hondo en todos nosotros: No debemos hacer un congreso para decir palabras dulces sobre nosotros y la ASC. Debemos hacerlo basado en tres pilares: Poner a Jesús en el centro de nuestra existencia, trabajar para los jovenes como centro de nuestra pastoral y para garantizar la defensa de los que no pueden defenderse. Luego, nos dijo, vendrá la creatividad para ver cómo hacerlo.

Tras la cena, las buenas noches de don Ángel y previamente un baile improvisado a ritmo de canción espiritual marcaron un broche de oro a un día precioso.

Nos quedan en la cabeza preguntas como ¿Qué asociación queremos? ¿Cómo queremos que sea? Pero para esto y muchas cosas más tendremos los próximos días de trabajo.

Hasta mañana.

Benigno Palacios, corresponsal en el extranjero